Cultura. Antonio Molina Cano (2)

En todas las épocas, el uso racional de los recursos energéticos ha estado estrechamente vinculado con el desarrollo económico y el bienestar de la sociedad. En ese sentido, el mejor aprovechamiento de la energía hidráulica conseguido por el maestro Antonio Molina Cano, jugó un papel relevante en una España que estaba sumida en un letargo económico, con vías de comunicación deficientes y una industria escasamente implantada en el territorio.

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	El afán por lograr un mejor comportamiento mecánico de sus turbinas le llevó a aplicar el concepto de la "clotoide", en la forma de los álabes metálicos. La "clotoide" es un arco más abierto que el de medio punto, cuyos radios no coinciden en ninguno de sus puntos. Con esa orientación el álabe amplía la superficie sobre la que ejerce presión el agua y se consigue el máximo aprovechamiento en el empuje de la misma para producir energía mecánica.
Una de las patentes de Antonio Molina Cano

Los molinos hidráulicos sólo disponían de rodeznos o ruedas horizontales (tecnología anticuada heredada de la Edad Media) o en el mejor de los casos se habían instalado pesadas turbinas de fundición de patente extranjera (Francis y Pelton) que requerían caudales constantes, quedando inutilizadas en épocas de sequía. Fueron diseñadas para funcionar en saltos de agua de ríos con mayor volumen de agua que los españoles. Las turbinas extranjeras se fabricaban siguiendo el "sistema americano" de producción en serie, por medio de piezas intercambiables y de tamaños estandarizados que no se ajustaban a las dimensiones de los cárcavos donde se instalaban, lo que representaba una pérdida considerable de potencia.

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	En la primera mitad del siglo XX, las turbinas murcianas se adaptaban mejor a una economía rural y mejoraban el rendimiento de los cauces de agua, llegando a instalarse más de 500. Tanto es así que muchos molineros desmontaron las turbinas de patente extranjera para sustituirlas por las construidas en el taller de Blanca.
Instalación de una turbina en un molino andaluz (1920)

El ingenio de Antonio Molina Cano se centró en mejorar el diseño de las ruedas motrices para conseguir el máximo rendimiento de los saltos de agua. En 1913 patenta "el distribuidor de aguas", primera turbina hidráulica con altos rendimientos y de aplicación a pequeños y medianos saltos de agua. En 1916 inventa otros sistemas de turbinas hidráulicas de eje vertical y horizontal. Se aplicaban a pequeños saltos con escaso caudal mediante turbinas de acción total con distribuidor y rodete y de acción parcial con la colocación de un inyector o "saetón" de ataque tangencial.

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Batán para picar el esparto con mazos alternativos (1951)

Como anécdota, comentar que el autor de esta web sobre Blanca es uno de los bisnietos de Antonio Molina Cano.

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