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Tradiciones. Artesanía

"Estando a principios del siglo XXI, muchos de los oficios que durante décadas han sido básicos en el mantenimiento de la economía de nuestro pueblo, se encuentran en vías de extinción. Hoy, nos vamos a ocupar de algo que muy pocos de menos de treinta años conoce: hacer lías. El conocimiento de las técnicas de fabricación de alfombras de esparto está a punto de desaparecer con nuestros mayores.

Fue quizá a mediados o finales del siglo XIX cuando aparece la industria floreciente del esparto. La abundancia de materia prima en los montes de la comarca incita a su desarrollo. Los obreros arrancaban el esparto, que la mayoría de las veces se vendía al peso, en fardos, por kilos o arrobas (11'5 kg).

Inicialmente el esparto se trabajaba en crudo, es decir, tal y como se arrancaba, y se trenzaba para hacer utensilios como cestos, capazas, seras, etc, que servían para la recolección de frutos y verduras, utilizándose para el transporte de diversas materias.

Más tarde descubrieron que había que machacarlo ("picarlo") para que su textura fuese más suave. Mazos mecánicos picaban la dura materia prima para hacerla más fácil de trenzar y realizar labores más atractivas estéticamente.

La base de las alfombras eran los cadejos, que se realizaban en las casas por familias enteras que compaginaban otras actividades como las labores de la casa, el cuidado de los hijos, la escuela o los juegos infantiles con el trenzado del esparto y la elaboración de pequeñas piezas.

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Artesano trenzando esparto

Una vez machacado, el esparto se ponía en fardos y se entregaba a los que hacían los cadejos. Para que fuese más fácil su manejo y no dejase mucho polvo, se mojaba y se comenzaba la trenza. Manos diestras moviéndose rápidamente trenzaban y trenzaban hasta completar metros y metros de lía. Cuando ya se suponía había suficiente se procedía a pelar las cucarras o puntas salientes del esparto en la lía.

Artesano trenzando esparto Autor: Fotos Sacris

Luego se daba forma al cadejo dando vueltas en una longitud que iba desde la planta del pie hasta la rodilla, aproximadamente se daban 25 o 30 vueltas (25 metros). Después se agrupaban en gavillas de 20 cadejos para su trasporte, almacenaje y distribución para otras labores.

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En muchos casos, para los jóvenes, el irse a jugar (no había televisión, ni videojuegos, ni ordenadores) estaba condicionado a colaborar, necesariamente, haciendo este tipo de trabajos.

También otras artes domésticas no pasan de padres a hijos, como el ganchillo, el punto, la cocina tradicional, etc, ya que en lugar de preguntar a los que tienen la experiencia de muchos años, preferimos limitarnos a mirar en revistas o libros si queremos aprender o simplemente comprar ya hecho lo que necesitamos, fabricado por otros mercados.

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Confección de una alfombra de esparto

Para aprender este oficio artesano, de gran arraigo y de tanta tradición en Murcia, hay que tener mucha destreza manual, y ésta sólo se adquiere con la práctica: el proceso de fabricación de alfombras es totalmente artesanal, desde la recogida del esparto a mano hasta el pelado de la alfombra, que es la última fase de elaboración.

Confección de una alfombra de esparto Autor: Fotos Sacris

Vaya con estas líneas el reconocimiento a los que durante tantos años promovieron, impulsaron y colaboraron con su dedicación y esfuerzo en la producción de la artesanía popular de la fabricación de alfombras de esparto".


(Artículo escrito por José Antonio Loba Escribano para la revista "EnAtresplus", del Consejo de la Juventud de Blanca)


Al igual que en otras tantas localidades, hoy se elabora muy poco, pero se pueden encontrar excelentes alfombras de esparto u otros artículos del mismo material. En Blanca hay actualmente dos pequeñas empresas dedicadas a la artesanía del esparto: Antonia Molina Pérez, S.L. Fábrica de Alfombras (teléfono: 968 77 82 22. Contacto: José Javier Blanco) y Arteblanc (teléfono: 968 45 91 03. Contacto: Alfredo Molina Saorín). En ambas se manufacturan artesanalmente piezas de gran belleza, que en su mayoría son exportadas al extranjero.

Si desea más información sobre la artesanía del esparto en Blanca, puede consultar el libro Blanca, una página de su historia: el esparto, escrito por D. Ángel Ríos Martínez, o bien puede informarse en la Oficina de Turismo de Blanca.

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