«Observando la obra de Antonio Yelo, no estoy de acuerdo con él en que sea un "aficionado a pintor", palabras textuales; a mí me parece un buen pintor y no quisiera parecer enfática. Su espíritu nostálgico lo lleva a sus raíces, Blanca, la observa y es capaz de llenar sus cuadros de la luz y el color de esta ciudad murciana. No hay trazos rotundos, es una pintura ágil, nerviosa como si tuviera prisa por recoger del alredor el paisaje amplio o el objeto cotidiano o humilde y lo más curioso, convertirlo en arte. No soy una crítica de arte, ni siquiera medianamente entendida, ya me gustaría. Ante un cuadro, sólo sé si me gusta o no, y a mí la pintura de Antonio me gusta».
María Luisa Horcajadas (Profesora de Lengua y Literatura)
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